En Hearts & Halos, cada pieza de joyería que creamos tiene una historia. Una cruz de bautizo, unos aretes de perla, una pulsera grabada: son más que accesorios; son símbolos de amor, tradición y conexión familiar.
Muchos de nuestros clientes han compartido historias conmovedoras sobre cómo sus regalos se han convertido en tesoros familiares, transmitidos de una generación a la siguiente.
De los primeros pendientes del bebé a una reliquia familiar
María Martínez, una abuela de Miami, Florida, le regaló a su nieta unos aretes de oro macizo de 14k con cierre de rosca para su bautizo. Años después, su bisnieta recién nacida lució esos mismos aretes: un brillo que conectó a tres generaciones.
Cruces que llevan la fe hacia adelante
Kristen Ortiz, madre de Nueva York, nos escribió sobre regalarle un collar con una cruz a su hija para su primera comunión. A medida que su hija, Adeline, crece, el collar le sirve como un recordatorio constante de la fe, la familia y el amor; con el tiempo, puede convertirse en una reliquia espiritual.
Joyas personalizadas con recuerdos duraderos
Las joyas grabadas (brazaletes con nombres, iniciales o fechas) se vuelven aún más preciadas a medida que los niños crecen. Lo que empieza como una pequeña joya para un bebé, a menudo se convierte en un preciado recuerdo que les recuerda de dónde vienen y su amor y apoyo.
Tu historia también importa
Diseñamos joyas para toda la vida, pero su significado reside en las familias que las regalan y las reciben. Cada vez que eliges Hearts & Halos, creas una historia que se recordará por generaciones.